Sofía es una chica de casi treinta años, soñadora, amable, simpática, risueña, con un humor capaz de animar a cualquiera y, además de todas estas cosas, tiene tres amores: Holly -su gata-, los libros y el café del Alejandría -su lugar de trabajo, donde la magia se respira por todos sus rincones gracias a sus clientes y sus empleados-.Sofía no tiene pareja, aceptó que su relación con los hombres solo se traducía en ser amigos, por lo que su vida transcurre feliz en un café solo, con leche, especial, de la casa, un libro, Oliver, la cena de los viernes, Mamen, su madre, Abel, Julio, Roberto, Lolo y... Héctor.
La magia de ser Sofía nos traslada al mundo de una muchacha que no destaca por ser una chica con un cuerpazo, sin complejos, con un trabajo de ensueño que le hace ganar mucho dinero, con un novio de los que merece mirar hacia atrás cuando pasa por tú lado, y con una gran cantidad de amigos. Pues no... Sofía destaca y desprende magia por ser una mujer NORMAL, como tú y como yo, de las que se desesperan cuando van a una tienda a comprarse ropa porque no hacen tallas más grandes de la 42-44, de las que ha aprendido a aceptarse y a quererse por como es, de las que ha sufrido muchos desengaños y los amigos no abundan a su alrededor.
Elísabet Benavent ha conseguido, como en cada uno de sus libros, transportarnos al mundo de Sofía, vivir con ella sus alegrias y sus penas, enfadarnos cuando nadie la comprende o enfadarnos con ella por no darse cuenta de algunas cosas que le hacen daño. Todo ello lo ha conseguido con un estilo fluido, un vocabulario que todos utilizamos y unas reflexiones que nos harán darnos cuenta de que la vida es así de dura-bonita. Os recomiendo a todos que os adentréis en este universo porque os hará disfrutar y ver que en la vida no todo tiene final feliz... o sí... A ver con que nos sorprende Betacoqueta en la segunda parte de esta bilogía. ¡Estoy deseando leerlo!
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